Español: Cristo vivo, triunfante con la cabeza erguida, ojos abiertos y los brazos horizontales; no hay sufrimiento a pesar de que ya tiene la lanzada del costado.
En los primeros tiempos del cristianismo se utilizaba la cruz pero se eludía el crucificado para no caer en la idolatría de las religiones paganas, cuestión que ya había sido regulada en el Concilio de Iliberis (cerca de Granada) que se celebró en fecha incierta entre los años 300 y 324. El símbolo de Cristo era el cordero hasta que en el Concilio de Constantinopla en el 692 se aconsejó el cambio del cordero por el crucificado.
En muchas ocasiones los Cristos son relicarios para no caer en idolatría; siendo contenedores de reliquias, no se venera la imagen sino las reliquias que alberga
En el s. IX el crucificado cobra mayor importancia; se representaba un Cristo vivo, triunfante.
En el s. XI se representa al Cristo muerto poniendo el énfasis en su naturaleza humana
La característica fundamentales crucificados románicos son los ojos , la lanzada, el nudo, el perizonium, el ombligo, y las orejas
El poco ajuste a la realidad de las tallas no se debe a la poca destreza de los escultores si no a la necesidad de enfatizar otras características de la talla.
Su anatomía es muy esquemática y tan solo marca pectorales y costillas. Suele tener la cabeza ligeramente ladeada hacia la derecha, puede llevar la lazada pintada
Tiene una posición vertical, gloriosa y carente de dolor porque no sufre, ha vencido al dolor; lo muestra con su cabeza erguida y ojos abiertos
Un Cristo Románico sus dos pies se apoyan en el supeddaneum y están clavados de forma independiente y tienen 4 clavos, los brazos horizontales y parecen demasiado largos respecto al tronco.
Muchos los representan con una larga melena que le posa sobre los hombros
En algunos una peculiaridad es la carencia del ombligo, muy característico de los Cristos prerrománicos.
El perizonium, perizoma , paño de pureza, o lienzo de pureza, son las denominaciones que suele recibir el paño, lienzo, pieza de tela o falda corta que, por motivos de pudor, sirvió para ocultar la desnudez de Jesús de Nazaret durante su crucifixión, tras el expolio. acostumbra a tener pliegues verticales y algunos en “V" tallada e incluso no tenerla, tambien se puede sujetar con un cinturón.